Archivo Municipal de Jaca

Descripción de la colección digital: Antes de construirse la actual Casa Consistorial, en el año 1545, el Concejo se reunía en la Catedral o en la casa de algún jurado, por lo que los documentos estaban dispersos. Por eso, en el incendio que asoló Jaca en 1395 se quemaron muchos documentos custodiados en la catedral. Otros documentos se custodiaban en la casa que ocupaba el cargo de jurado custodio, en la del notario y en la del clavero, es decir, del que guardada las llaves. Al construirse la Casa de la Ciudad, la documentación dispersa se recoge en una de sus salas.
La primera referencia al archivo la encontramos en un documento de 1555, tan solo 10 años después de la construcción del Ayuntamiento. Se trata de un libro en el que se copiaron los privilegios otorgados al Hospital Sancti Spiritu y San Juan Bautista. Este hospital se creó en Jaca en el año 1540 de la unión del hospital Sancti Spiritu y del Hospital San Juan Bautista. En ese documento se dice "[...] para memoria si acaso otros libros se perdiese se halle este en el archivo de la ciudad de Jacca para cuando menester sea". Es decir, tenían los originales en el propio hospital, pero decidieron guardar copia en el archivo por si algo le sucedía a los originales.
Vamos a encontrar muchas referencias al archivo en los Libros de Actas, pero no por una cuestión documental. En el archivo también se guardaba el dinero de la ciudad, por lo que anotaban cada “apertura de archivo” para sacar o ingresar dinero.
En el siglo XVIII se llevó a cabo una reestructuración del archivo, redactándose un índice de sus fondos. Este índice es muy útil aún hoy en día, ya que nos permite saber qué documentos había en el archivo y que hoy han. De esa época debe ser también un monumental armario realizado ex profeso para custodiar los documentos de mayor valor. Los demás documentos, se encontraban organizados en diecisiete estanterías, distribución que se conservaba en 1910, tal y como se plasma en el inventario realizado ese año. En algunos documentos aún se puede ver en el reverso unos números que indican el número en el inventario y su lugar en el armario o las estanterías.
Otro de los momentos clave del Archivo fue en 1931 cuando, por orden del Gobierno, se entregaron los protocolos notariales al Archivo Histórico Provincial de Huesca. Había un gran número, 3387 en total, que abarcaban desde el siglo XV hasta el XVIII. Esta riqueza se debe a que el rey Fernando el Católico concedió a la ciudad que tuviese doce notarios, lo que era un gran número teniendo en cuenta la población.
Conforme se fue remodelando en Ayuntamiento, el archivo sufrió cambios de ubicación que hicieron que el fondo contemporáneo y el histórico se encontraran separados. Muchos recordarán el archivo histórico, que se encontraba en una sala junto a la policía local. En 2009, finalmente, se trasladó el fondo histórico al nuevo depósito, que es donde se ubica hoy en día junto al resto de documentación, y con las condiciones de temperatura y humedad adecuadas.
En el archivo conservamos fondos de diferentes procedencias. El más abundante es el municipal, es decir, el que engloba la documentación tramitada y recibida por el Ayuntamiento a lo largo de su vida. El documento más antiguo es el Fuero de Osas del año 1042 y abarca hasta hoy en día.
También se conservan restos de los protocolos notariales, que no fueron enviados a Huesca, y que constituyen el fondo notarial. Incluyen compraventas, testamentos, o capitulaciones matrimoniales.
El fondo de la Cámara Agraria engloba tanto la documentación de la cámara local de Jaca, como la de los municipios de Aisa, Borau, Canfranc, Castiello, Santa Cilia, Santa Cruz de la Serós y Villanúa. Los expedientes de los que consta este fondo, fueron donados por la Diputación General de Aragón en 1998. También se conserva un libro de actas de la Hermandad de Labradores y Ganaderos de Jaca.
El fondo de los municipios incorporados está compuesto por la documentación transferida al Ayuntamiento de Jaca por los municipios, hoy barrios rurales, que se incorporaron entre los años 1962 y 1970. Hace unos años se recuperó en Araguás del Solano una colección de siete pergaminos, algunos de ellos, firmados por el Rey. El más importante de esta colección es la donación del Rey Alfonso I el Batallador al pueblo de Araguás del puerto de Tortiellas y Rioseta, datado en 1122, y que fue restaurado el año pasado.
También el año pasado ingresó el fondo personal de Juan Lacasa Lacasa, que como muchos recordarán fue empresario y Alcalde de Jaca entre 1943 y 1961. La documentación que forma este fondo está centrada en dos de sus grandes pasiones: el ferrocarril de Canfranc y los Cursos de Verano de la Universidad de Zaragoza. Como el fondo también incluye documentación de su padre, podemos dibujar la historia de las dos instituciones desde su inicio.

Idiomas: Español