Rev. Toxicol. (2008) 25: 1-2 Carta de la Editora Estimados miembros de la AETOX, estimados lectores de la Revista de Toxicología. Es para mí un enorme orgullo poder dirigirme a vosotros a través de estas líneas con motivo del 25 aniversario de nuestra revista. Desde 1983, año de nacimiento de la Revista de Toxicología con el volumen 0, hemos recorrido un largo camino, ¡nada más y nada menos que 25 años!. Durante este tiempo numerosas personas la han visto crecer y han contribuido a su desarrollo. En un inicio, el Dr. Diego Santiago, de 1984 a 1987, editó 4 volúmenes con 10 números. Posteriormente el Dr. Eduardo de la Peña, de 1988 a 2001, fue el responsable de la edición de 14 volúmenes que incluían 35 números, sin contar en este periodo el volumen 13 con 2 números que corrió a cargo de la Dra. Carmen Barrueco. La Dra. Adela López de Ceraín, del 2001 al 2005, editó 4 volúmenes con 10 números y finalmente, yo misma, desde el 2006 hasta el presente 2008, me he hecho cargo de la edición de 3 volúmenes y 5 números, incluido este que presentamos ahora y que, si las cuentas no me fallan, hacen un total de 25 volúmenes y 62 ejemplares como podemos consultar en la pagina web de la revista. Mucho ha sido el tiempo y el esfuerzo empleado en sacarla adelante, siempre con el concurso del Comité Editorial y el enorme y árido trabajo anónimo de los revisores, a quienes desde aquí quiero agradecerles muy sinceramente su colaboración. Todos somos conscientes de que estamos viviendo momentos de cambios intensos en diferentes parcelas de la vida, que inducen a los que gestionan la política a ir modificando los criterios de valoración que nos llevan a establecer, introducir, instaurar, implantar cambios bruscos que van a exigir mayores esfuerzos dirigidos siempre a conseguir una revista cada vez de mayor calidad y difusión La dimensión cualitativa de la investigación, en cualquier rama de la ciencia, se relaciona cada vez más íntimamente con los canales de información utilizados para su difusión. De hecho, la búsqueda de la visibilidad es un aspecto primordial para que la investigación alcance un impacto adecuado en la comunidad científica y académica nacional e internacional, que es, sin lugar a dudas, el objetivo esencial que se persigue cuando se publican los resultados de la actividad científica. La Revista de Toxicología constituye el principal órgano de divulgación nacional de los toxicólogos que, con su labor en el área de la información y la comunicación, contribuyen directa o indirectamente al perfeccionamiento de los sistemas, productos, servicios y organizaciones al servicio de la salud. Desde su inicio, son numerosos los pasos dados por el colectivo editorial de la Revista de Toxicología con el objetivo de elevar la calidad y visibilidad de la misma, y hacer de ella uno de los más importantes canales de comunicación de las investigaciones desarrolladas por los profesionales de la Toxicología. La política de acceso abierto es uno de los principales catalizadores de la visibilidad de las revistas. Es por 1 ello que estamos haciendo grandes esfuerzos en asegurar la presencia de nuestra revista en diversas plataformas y bases de datos que nos ayuden a potenciar la difusión internacional de la misma, mencionándose, ya en este volumen, su inclusión en Scopus, Latindex, REDALYC y e-revist@s, entre otros. De más está decir que en esta tarea todos estamos involucrados, por lo que todos los toxicólogos de cualquiera de las especialidades que hoy integran esta rama de la ciencia, la Toxicología, tienen esa gran responsabilidad, por lo cual, les instamos a enviar trabajos a nuestra revista que nos permitan mantener su periodicidad, sin, por ello, renunciar a la calidad científica Si al proceso de revisión de los artículos no se dedicara tanto cuidado, si para nosotros no fuera tan importante la calidad, seguramente hubiéramos podido tener más números más rápidamente. Pero asumimos un compromiso con la calidad, y creemos que esa es la única posibilidad de éxito para una revista científica. Tenemos un largo y próspero camino por recorrer, así como grandes retos que vencer, pero estamos seguros de que con todo vuestro apoyo, comentarios, propuestas, nuevas ideas, y, como no, con vuestros artículos, venceremos todas las dificultades objetivas y subjetivas y conseguiremos otros 25 años más para nuestra revista. Nuestra gratitud al Dr. J. Francisco Periago que desinteresadamente, aunque, me consta, habiendo puesto un gran interés en el encargo, nos ha diseñado el logo que hace mención al 25 aniversario de nuestra revista y que aparece en este volumen. No quisiera terminar estas líneas sin el reconocimiento a todos los miembros de la AETOX, que con sus aportaciones económicas y científicas han hecho posible la publicación de esta obra, la Revista de Toxicología, durante 25 años. Cáceres 2008 Mª del Prado Míguez Santiyán, Editora 2 Rev. Toxicol. (2008) 25: 1-2